Por cada reacción una parada, por cada anticipación un paradón

Girona 2 – 2 Atlético de Madrid

A finales del partido, el Girona tuvo una ocasión de gol, el remate no entro por poco, el portero la paro a poca distancia de la  línea de gol.

Imagen A

Imagen B

Imagen C

El remate se produjo a escasos tres metros del portero, un balón que fue picado, casi al suelo. Vemos como el portero está cubriendo el primer palo, y en el momento del centro, gira sobre su eje, para seguir mirando y encarando a la pelota que ahora está dentro del área pequeña. Observamos, que el portero, solo ha rotado sobre su eje no ha corregido su posición, y podemos ver que incluso, para defender ese remate, está mal colocado, tiene un pie fuera de lo que seria los dominios de la portería, por lo que, la colocación ya le está restando posibilidades de parar el balón, en caso de que el balón fuese hacia el otro lado.

Fijémonos en le remate, como vemos, está a escasos metros de al portería, y del portero también, por lo que eso aumenta la dificultad para el portero, pues el espacio de tiempo en el que el balón llegara a línea  de gol es tan pequeño que eso hace que su tiempo de reacción deba ser ínfimo.

Una vez sucede el centro, se recompone y ajusta su posición (con algunos fallos, como hemos comentado) hacia el posible remate, pone su cuerpo en tensión y está activado para reaccionar a ello, es precisamente este hecho que podemos elogiar como el gran elemento que le permite la “gran parada”. Esta dispuesto a poder reaccionar al remate gracias a su predisposición a colocarse para el posible remate.

Ahora bien, puede agradecer que el remate le haya ido prácticamente encima. Como vemos, a la hora del remate el portero no ha iniciado ningún movimiento, no ha anticipado nada, a esperado el remate, ha confiado en su reacción. Vemos que su tiempo de reacción es pequeño, y eso le permite colocar la mano para blocar el balón e impedir que entre a gol. Pero eso es todo (aun así, suficiente en esta ocasión para parar el balón).

Pero, ¿qué hubiese pasado si el balón hubiese ido más hacia la izquierda, hubiese tenido alguna posibilidad? Antes de eso, analicemos algunos de los factores a favor del portero, acciones o elementos que le aumentaban las posibilidades de parar el balón.

1-Girarse hacia el balón cuando se ha efectuado el centro del compañero y recomponer su cuerpo encarando el remate.

2-Postura en tensión, y activación presumiblemente adecuada.

3-Estar en el lugar adecuado.

4-El punto 2 y la atención puesta en el remate le han permitido reaccionar a tiempo con un acto reflejo suficiente para parar el balón.

Aun así, dichos factores, son, a mi parecer, aspectos y cualidades mínimas que le exigiría a un profesional de este deporte, y sobre todo en las filas del equipo en el que está, considerado un equipo de nivel top europeo. Estar preparado y entrenar su colocación es algo que un portero debe aprender y entrenar diariamente, y la reacción con un acto reflejo es una respuesta fisiológica básica.

Veamos ahora algunas cosas que no ha hecho que podrían aumentar sus posibilidades en el hipotético caso comentado anteriormente.

  • Colocarse mejor, cubrir más el lado derecho de la portería, ganando posibilidades de irse hacia la izquierda
  • Realizar un movimiento hacia adelante, con tal de intentar tapar el remate del delantero de más de cerca, tapando así más espacios al reducir la distancia entre el remate y el portero, e interviniendo antes de que el balón ganase distancia hacia el lado opuesto.
  • Anticiparse a un remate (en este caso, hacia su izquierda) empezando el impulso antes del remate, antes de detectar estímulos que pudiesen indicar un remate a esa zona, y poder efectuar la tarea antes para tener más posibilidades de éxito.

Los dos primeros puntos pueden ser casi automatismos y ejercicios que se pueden entrenar en muchas situaciones similares, pero no así dejan de ser interesantes y meritorios, y desde luego son tareas que un portero puede entrenar y debe profundizar en ellas. Cada acción en la que el balón cambie de posición respecto a la portería adaptaré y modificare mi posición en consecuencia; cada vez que un delantero va a rematar cerca de mi posición, iré hacia el con tal de tapar más espacios.

Pero es la capacidad de anticiparse algo realmente interesante, pues es una acción más versátil, más creativa, que ofrece más recursos ante los distintos remates y que varía según el remate y las sensaciones y percepciones del portero en cada momento, mientras que un ejercicio de lanzarse contra el delantero puede ser automático, anticiparse a los remates es la diferencia entre parar un balón o no cuando un remate esta fuera del alcance de nuestro tiempo de reacción.

Por lo tanto, de este caso podemos aprender las diferencias practicas entre los los reflejos y las respuesta fisiológicas, y por otro lado la anticipación y las repuestas psicológicas, para que nos pueden servir y cómo podemos perfeccionarlas y trabajar para que nos ayuden en nuestro trabajo y resolución de tareas.

Ejemplo de anticipación. Iker Casillas.

Imágenes y derechos de imagen de Sky Sports.

Imágenes y derechos de imagen de Sky Sports.

Ejemplo de anticipación en una parada donde si podemos resaltar los recursos y  habilidades del portero por encima los demás.

En el minuto 48 de este partido, sucede un centro por la izquierda hacia el segundo palo, Casillas se desplaza de un lado hacia el otro, cuando está a medio camino, por el centro de la portería, detecta un rematador, está perdido piensa, no voy a llegar… El rematador piensa lo mismo, esto es gol, el portero no va a llegar, tengo la portería para mí… Casillas, sabiendo que la única manera de tener más posibilidades de poder parar ese balón es anticiparse al remate, decide estirarse lo máximo posible y tapar lo máximo que pueda de espacio libre entre el rematador y al portería, y se tira, vemos como aún no ha rematado el delantero y ya ha efectuado el salto, el movimiento y el impulso, el movimiento de los brazos, etc., para poder tener alguna opción. Y lo consigue. El remate no le iba al cuerpo, estaba 1-2 metros de la línea de gol, el portero venia del otro lado y no estaba bien colocado, pero aun así, se anticipó y paro el balón. Gran parada.

Otros dirán que el delantero también pudo hacer más, podía haber tirado más pegado al palo, ahí Casillas no hubiese llegado, ni anticipándose, pero he ahí el mérito del portero, porque tuvo que hacer algo más que reaccionar para poder tener éxito, porque hizo lo que ningún delantero creía capaz de hacer a un portero, jugó con elementos que aún no estaban a la vista del delantero, pero si de él. De esta jugada debemos aprender todos, portero y delantero.