Conozcamos aquello que trabajamos
Muchas veces en los vestuarios de un equipo, ya sea cuando el entrenador da instrucciones técnicas, charlas o incorpora nuevos conocimientos, los jugadores, además de estar atentos (o hacer ver que lo están), deben integrar, conocer y saber darle nombre a aquellas cosas que se les está explicando, especialmente en los momentos de instrucciones formativas y la recepción de nuevos aprendizajes y conceptos. Esto facilitaría enormemente su comprensión, aprendizaje e integración de dichos conceptos nuevos y podrán identificarlos, trabajarlos y regularlos mucho mejor.
Por lo tanto, antes de realizar y trabajar estos ejercicio y conceptos creo necesaria una formación hacia los jugadores para que conozcan y sepan dar nombre a aquello que están trabajando o puede estar sucediéndoles.
¿Qué veo interesante trabajar? La inclusión de un aspecto formativo/educacional paralelo a la formación deportiva. Invertir, que no malgastar, tiempo previo o posterior a los ejercicios y entrenamientos en el estudio y explicación de dichos conceptos puede salir rentable.
Los conocimientos y formación que podemos darle a los deportistas pueden ser muy variados, ya sea dependiendo del tipo de deporte, actividad, características del equipo, momento de la temporada, etc. Pero la idea importante y que debemos intentar trabajar es la de que dichos conocimientos lleguen a los jugadores y tengan la capacidad y aptitudes para desarrollarlos.
Para esto, la educación y formación es sumamente importante. Y saber cómo impartirla, cómo llegar a nuestros deportistas lo es también. Quiero comentar algunas formas de transmitir conocimientos que creo que pueden resultar más útiles y ser más efectivas, ya no solo para deportistas, sino para alumnos y gente que quiera aumentar sus conocimientos.
No importa cuántas horas entrenas. Solo importa cuántas horas tu cabeza está en el entrenamiento. “Michael Jordan”
Si sale de dentro, mejor
Una vez las cosas ya tienen nombre y tanto deportistas como técnicos las conocen, desarrollemos su aprendizaje.
El impacto estructural sobre nuestro cerebro, las zonas donde llega y cómo influye puede ser muy diferente dependiendo de la manera en cómo se recibe/almacena el conocimiento y como se genera/expresa posteriormente.
Podemos utilizar una metodología para aprender utilizando contenido declarativo o procedimental. Podemos hacer trabajar a los deportistas y enseñarles por ellos mismos (haciendo que descubran parte del contenido) o podemos mostrárselo y que ellos sean receptores. Podemos combinar ambos tipos de aprendizaje y enseñanza, combinando diferentes modelos y caminos para intentar llegar de la mejor forma en el alumno que tenemos en frente. Sea cual sea el método y camino elegido, nuestro objetivo es que esos conocimientos y enseñanzas sean recibidas por el deportista, y no solo eso, sino que sepa cómo manejarlas, reconocerlas y ponerlas en práctica para el desarrollo de sus actividades.
En el momento de generar ese conocimiento, pueden intervenir también el estado y/o características que tenga el deportista respecto al tema o conceptos que está recibiendo. La motivación y sobretodo, el impacto emocional juegan un papel muy importante a la hora de generar y expresar los nuevos conocimientos.
Por un lado, si podemos saber las motivaciones de los jugadores, si conocemos sus necesidades, adaptando entonces el tipo de enseñamiento que podemos ofrecerles, podremos llegar a ellos mucho más rápidos y de una manera más eficaz. Podemos incidir en la estructura cerebral del jugador y crear ese conocimiento de manera más efectiva que intentando entrar simplemente por el córtex y con una resistencia del jugador a adquirir dichos conocimientos.
Si un jugador necesita experimentar por sí mismo los nuevos conocimientos, trabajemos con él el descubrimiento, si en cambio le motiva el modelaje, la puesta en práctica de lo explicado, trabajemos con el contenido procedimental. Si en cambio tiene facilidades con el lenguaje y expresiones verbales, utilicemos con el procedimiento declarativo, etc. Obviamente, contra más jugadores y deportistas compongan el equipo, más tarea y trabajo será adaptarse a dichas necesidades, pero la idea es poder llegar a todos ellos de la manera en que más podamos ayudarles y ofrecerles nuestros conocimientos.
Por otro lado, el factor de las emociones es sumamente poderoso. Si conseguimos que el jugador reciba y posteriormente genere y exprese ese conocimiento a través de sus emociones, impactando en la amígdala, podríamos crear una huella profunda e importante en la estructura cerebral del jugador, que difícilmente olvidará esa situación y el aprendizaje será mucho más efectivo.
Muchos conocimientos, experiencias vividas y recuerdos que perduran siempre, son aquellos que fueron crearos a partir de emociones, modificando e impactando en nuestra estructura emocional, afectando de manera muy poderosa a nuestra memoria.
No solo queremos que se mantenga en la memoria, sino que también sea fácilmente accesible y el jugador pueda expresarlo de manera adecuada y desarrollar posteriormente ese conocimiento. Por lo que relacionar el conocimiento con experiencias o situaciones que el jugador este dispuesto a desarrollar, entienda, comprenda, disfrute y se esfuerce por adquirir será una ayuda más para la consolidación de los nuevos aprendizajes.
Recuerdo un ejemplo que Pep Marí nos dio en clase, sobre un deportista, Rafael Nadal. La anécdota era, si mal no recuerdo, algo así:
“Después de ganar su primer Grande, Roland Garros, su entrenador y tío, Toni Nadal, cogió y escribió una lista larga de nombres. Le preguntó a Rafa cuantos conocía, el respondió (no recuerdo el número, pero uno muy bajo, desconociendo la gran mayoría de aquellos nombres), Toni le dijo, que aquella lista eran los tenistas que habían logrado un Roland Garros. Después de esto, Rafa se levantó y le dijo a su entrenador, pongámonos a entrenar.”
No hace falta comentar el impacto que tuvo esa experiencia en el tenista.
Que signifique algo para el deportista
Un autor estadounidense del que comentaré por encima, D.Ausubel, elaboró ya un proceso y método mucho más completo, pero similar en algunos aspectos a lo anteriormente dicho, lo cual creo interesante compartir.
El aprendizaje significativo, se fundamenta en que el estudiante o la mente que recibe la información y conocimientos relacionan dicha información con la que ya posee, reajustando, regulando y construyendo ambas informaciones y conocimientos durante el proceso.
La esencia de este modelo, como dice su nombre, es el que sea significativo, que tenga un impacto y cause un cambio o ayude a un progreso dentro de la mente del jugador. A grandes rasgos, podríamos decir que: los nuevos conocimientos se incorporan en forma sustantiva en la estructura cognitiva del alumno, esto sucede gracias a un esfuerzo deliberado del alumno por relacionar los nuevos conocimientos con sus conocimientos previos. Existe pues, una implicación afectiva del alumno, es decir, el alumno quiere aprender aquello que se le presenta porque lo considera importante y tiene un valor.
Si tenemos la atención e interés del jugador, este se esfuerza e incluso lo ve como un reto, lo percibe como un desarrollo y crecimiento previo al que tenía antes y es importante para él, está motivado, etc, tenemos mucho ganado ya.
¿Diferentes inteligencias, diferentes respuestas?
Existen diferentes cualidades individuales que no está de más tener en consideración aparte del trabajo con las emociones, motivaciones, etc. Estás cualidades comportarían que los jugadores podrían responder de diferentes maneras ante los aprendizajes y maneras en que reciben la enseñanza (algo más aparte de la forma en que pueden interpretar, aprender y recoger la información, para luego expresarla y trabajarla). Algunos modelos más actuales, inciden en al existencia de diferentes inteligencias a la hora de desarrollar las capacidades cognitivas, desarrollo educacional, etc de los deportistas. Las inteligencias múltiples (teoría desarrollada por Howard Garner).
Existen diferentes maneras llegar a los jugadores, de ayudarles a mejorar su rendimiento e incorporar un aprendizaje y conocimientos nuevos de maneras muy diferentes. Podría ser un tema interesante de trabajar en los deportes, especialmente en edades de iniciación.
Dando una vista rápida, un jugador con capacidades y una inteligencia espacial muy desarrollada, es posible que aprendiese e incorporase mejor los nuevos conocimientos con un método más práctico, utilizando la pizarra del técnico, permitiendo poder expandirse de manera visual-espacial. En cambio, un jugador con altas capacidades lingüísticas, podría recibir y entender muy bien un estilo de aprendizaje más declarativo, siendo un muy buen receptor y capaz de desarrollar y trabajar con esos conocimientos, por ejemplo, es capaz de recibir instrucciones del técnico verbales y desarrollarlas. Un tercer caso podría ser del jugador que necesita estar en el terreno, en la competición, vivirlo y sentirlo para poder desarrollar y ejecutar las instrucciones, que previamente, no había sido capaz de integrar en el vestuario.
Creo que es un conocimiento que puede ser interesante tener a cuenta, y que en algunos momentos pueden ayudar a técnicos y jugadores a desarrollar y fomentar una formación y adquisición de conocimientos más adecuada.
Dejemos que opinen, usemos ejemplos
Otro recurso que recomendaría, es el de uso de ejemplos. Intentar que los jugadores creen y compartan ejemplos sobre los conocimientos adquiridos, no solo es un método bastante útil para observar el nivel de integración y aprendizaje que ha tenido el jugador, sino que también puede ayudarnos a conocer más las características y habilidades (y cómo las utiliza) del jugador en base a ese nuevo conocimiento adquirido.
Ejemplos en deportistas: el momento de competir
Una vez que tenemos más claro cómo queremos llegar a nuestros deportistas, pondré algunos ejemplos que creo que pueden ser útiles para los jugadores, y que merecen una importante atención (y nunca mejor dicho) pues están implicados más veces de las que pensamos. Más adelante los desarrollaremos con mas detalles.
Entre estos elementos, incluiría algunos que además pueden ayudar al equipo a mejorar su rendimiento, actividad y posibilidades de éxito durante las competiciones. Me refiero a la atención y la concentración, una vez hayan integrado el concepto y su utilidad podrán empezar a mejorar estas cualidades y su funcionalidad dentro de los entrenamientos y competiciones.
Por otro lado, hablaremos también del nivel de activación y capacidades físicas del momento, para que los jugadores puedan trabajar también el equilibrio del cuerpo, no solo el mental.
El nivel y capacidad de atender a los focos atencionales les dará una ventaja a la hora de estar preparados para su reacción y anticipación (estímulos, elementos, etc.), aprender a detectar los focos de atención relevantes y saber trabajar con ellos. Al mismo tiempo, ayudar y mostrar guías o técnicas a los deportistas para poder mantener y trabajar mejor con dichos focos atencionales.
El nivel de activación también será determinante para poder reaccionar o llevar a cabo las órdenes y ejercicios mentales y que lleguen al plano físico/psicomotriz, el deportista deberá estar preparado para poder responder ante esas señales que la parte cognitiva envía al cuerpo.
Dentro de esta activación, también incluiremos el equilibrio del cuerpo (la colocación, tensión del cuerpo, posicionamiento, etc.).
Algo más amplio que los focos de atención y les ayudará con los elementos anteriores es la concentración en ese momento enfocada hacia la actividad necesaria. La concentración englobará todos los puntos de atención necesarios o existentes en una actividad, por lo que tendremos que conseguir que los jugadores se concentren y abran su abanico de focos de atención, no limitándose solo en un foco de atención. Que sepan manejar dentro de una situación y con una concentración determinada los diferentes elementos e ítems presentes.
BIBLIOGRAFÍA:
1-Ausubel, D. P. (1968). Educational Psychology: A Cognitive View. New York: Holt, Rinehart & Winston.
2-Howard Gardner. (1983). Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. la Universidad de Michigan: Basic Book.
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