Hace una semana, la actuación de Ricardihno en la jugada del segundo gol de Inter Movistar contra el Barcelona en la UEFA Futsal Cup  merece, para mí, ser analizada y detectar los posibles elementos de psicología y qué trabajo hay detrás de dicha jugada.

¿Movimientos con finalidad?

Pero antes de comentar dicha acción, y reconozco que hablar de esto en dicha jugada en concreto no sería “apropiado” o justo, creo que vale la pena hacer distinciones entre cuando unas acciones son útiles, es decir, sirven con un propósito y son una habilidad y recursos utilizados por deportistas para unos fines, y otras cuando son simplemente movimientos no útiles, poco prácticos y con finalidades puramente estéticas y que pueden mostrar aburrimiento o indecisiones por parte del deportista, o intención de molestar o burlarse del contrario. Está claro que solo las primeras son aceptables, y es más, deberían entrenarse y utilizarse por parte de los deportistas de alto rendimiento.
Se dice  muchas veces, que realizar “movimientos” puramente estéticos, ejecutar movimientos sin sentido aparente durante el juego es una falta de respeto, de provocación, pero también incluimos el utilizar recursos poco vistos, difíciles, más llamativos y de ejecución más “complexa”. Creo, que muchas veces nos olvidamos de lo qué supone esto para el deportista, y también muy importante, lo qué supone esto para los otros deportistas o los contrincantes que están defendiendo esa situación/jugador.
El uso de estos recursos, que pueden parecer llamativos, innovadores y de buen ver pero que muchas veces no detectamos un resultado directo ni una utilidad, son, muchas veces, técnicas y habilidades que pueden servir al deportista para tomar una ventaja, mínima y a veces inapreciable, pero que si le sirve para llevar a cavo una acción y ejecución que si es útil, apreciada y que sabemos reconocer y valorar.

“Jugar al fútbol es fácil. Jugar un fútbol fácil es difícil” Johan Cryuff.

Desde el punto de visto de trabajo que requiere, habilidades que ejercita el deportista y cómo afecta eso a la competición o momento de juego determinado, creo que merece la pena valorar, cuando hace falta, esas acciones. Veamos la jugada en cuestión:

Inducción y control sobre el adversario

Ya hablamos de la inducción y disuasión anteriormente, de cómo puede aportar al deportista en cuestión la capacidad de influir en los movimientos del adversario, en el control de la situación, ya sea reaccionando, anticipando en consecuencia, con la ventaja de saber o la intención de que el contrincante hará lo que el espera que haga.

Lo que podemos observar en esta jugada, es como el jugador, después de recibir y realizar algunos movimientos/juego de pies, amagos y giros en torno al balón, sin una intención aparente clara y decidida de regatear al contrario, decide y acaba por realizar un pase a un compañero. Pensamos pues, ¿esos movimientos e intentos de confundir al rival servían para algo?
Solo él sabe porqué los hace. Están en su cabeza, es su actividad mental. Su entrenamiento y trabajo es lo que le lleva a actuar así. El domina la situación, conoce el porqué, el cuándo, el cómo, por dónde.
Esto es lo importante, el trabajo mental y la gestión de los pensamientos en dicho momento para poder llevar a cabo su acción de la manera más exitosa y con más opciones de un buen resultado.

En el entrenamiento deportivo, no solo se entrena la técnica o la estrategia, por ejemplo. Sino también la gestión y control de pensamientos, el objetivo de estos y cómo pueden ayudar al deportista a conseguir sus propósitos y tener más posibilidades de éxito.

Cuando el jugador recibe, y decide realizar esa tres fintas, lo hace por una razón. Esa razón puede estar determinada o condicionada por algunos elementos del entrenamiento de psicología, entre los cuales, podemos encontrar:



CONTIGÜIDAD-COMPLEJIDAD-DISPARIDAD/DISCRIMINACIÓN-ORDEN-PRÁCTICA-PROBABILIDAD-VARIABILIDAD-GENERALIZACIÓN-INHIBICIÓN


Elementos que en el ámbito deportivo tienen una incidencia a nivel psicológico y mental, sobre los jugadores (discriminación, práctica) Tanto compañeros como contrarios. Efectos en los agentes que intervienen como árbitros (complejidad), cuerpo técnico (contigüidad), público (inhibición), por poner algunos ejemplos.

Concrétamente, estos elementos, cada uno a su manera, influyen en las características de los procesos y tareas de un deportista, influyen en sus decisiones, reacciones, pensamientos y capacidad de actuar ante diferentes estímulos y situaciones.
Todos ellos tiene una función, un trabajo detrás, y la buena noticia es que se se pueden entrenar. El deportista puede ejercitar los conceptos mencionados para darles un uso práctico en situaciones de juego, y entonces, creada esa conexión, incorporarlas en sus taras y acciones de juego.

Sirviéndonos de ejemplo y transfiriendo estos conceptos a temas más prácticos, podríamos decir que el jugador, cuando realiza los movimientos repetidos y juegos con el balón, podría estar:

-Ganando tiempo, ante la necesidad de observar diferentes opciones, para así poder tomar una decisión.

-Crear incertidumbre en el rival, puesto que intenta generar en el rival diferentes recursos y movimientos que puede realizar, contra más repertorio, menos claro sabrá el rival lo que puede hacer.

-Añadir más elementos en los que el contrario deba fijarse, realizando “bicicletas” o “amagos con el balón” no solo el contrario debe fijarse en el movimiento de los pies/piernas, sino realmente como actúa el balón.

-Inducir al rival a colocarse o actuar de una manera para que el deportista lleve a cabo la acción planeada/deseada. Los movimientos y amagos tienen la intención de observar como actuá el rival ante diversos estímulos, por lo que predecir las futuras acciones del rival será más fácil.

-Los efectos primacía o disidencia se refieren a las diferencias entre los elementos de una asociación. Un jugador puede conocer sus patrones de movimientos, y después de un número realizándolos, con la idea que ha generado una “generalización” de sus acciones en el contrario, variarlo. Siempre que recibe la pelota, hace un amago hacia al derecha para luego salir por la izquierda, si el defensor ha integrado esa conducta, es posible que no ceda ante ese amago, pero si el jugador decide romper esa regla, el amago se convierte en avance y el defensor puede que no se lo esperase, siendo su idea anticiparse a la izquierda del atacante ineficaz.

Creo conveniente volver a visualizar el vídeo, esta vez, fijándonos en los movimientos del jugador y con el análisis y conceptos que acabamos de comentar:

Cuando Ricardinho recibe el balón, es posible que sea una rutina y unos movimientos que ha integrado ya en su forma de jugar. Sus movimientos y amagos pueden indicar que necesita más tiempo para observar sus opciones, también puede ser que realice esos movimientos porque ya ha observado sus opciones y necesita distraer o crear confusión en el defensor para decidirla. Puede que, sabiendo ya cual es la jugada, la posición del defensor le impide realizarla, por lo que opta por inducir al rival a colocarse de alguna manera que le permita llevar a cabo la acción. Realizando unos amagos, crea confusión, una falsa intención, para luego romperla con la variable del pase.
Cabe destacar la trayectoria de ese pase hacia el compañero que se ha desmarcado. Ese balón pasa justo al lado del defensor, justo al lado del pie derecho. El defensor está en esa posición porque esta intentando evitar otra acción (un túnel?), bien por acciones anteriores, o porqué observando los movimientos de Ricardinho, ha creído que era la manera de evitar que sucediese una acción que Ricardinho podría estar tanteando. La influencia de los movimientos de Ricardinho han condicionado la respuesta del defensor.
Y es ahí donde las habilidades de Ricardinho, una vez ha inducido y tiene salida para realizar su jugada, le permiten tener éxito. Vemos como el pase llega al compañero, gracias a que, el defensor tiene los pies recogidos, si observamos la posición del defensa en los amagos anteriores, el balón impactaría con el defensor o este podria interceptarlo. Eso lo sabía Ricardinho, por eso necesitaba hacer esos movimientos, necesitaba influir sobre el defensor y necesitaba que el defensor realizase un movimiento.

Quiero remarcar la diferencia que puede suponer ver el video, y hablar sobre movimientos y ejercicios estéticos, y como lo es ver el video después de analizar y comentar los diferentes elementos que pueden intervenir, desde la psicología, en dicha jugada, como han actuado los jugadores, porque y como, entre otros.

Una vez conocemos elementos y la existencia de un posible entrenamiento, y, visto que el resultado puede ofrecer resultados a los deportistas, vemos con otros ojos y tenemos otra percepción de la acción del jugador. Es decir, podríamos utilizarlo en otras situaciones y encontraríamos, en más de una situación, un sentido lógico y de utilidad a las acciones que realizan ciertos deportistas.

Trabajo mental “pasivo”, inducir sin el objeto

Pero,  ¿cómo influye esto proceso en el deportista que defiende? Decíamos que Ricardinho sabía lo que necesitaba, pero… la pregunta que nos surge es, lo sabia el defensor?
Hemos comentado los elementos y conceptos para , en este caso, el deportista que está utilizando el objeto de juego.
¿Qué supondrían estos elementos, y cómo podrían ser puestos en práctica para obtener según que fines por otro deportista? Creo que es también es muy importante e interesante que el hecho de ser conocedor de estos elementos, puede ayudar al deportista a intentar equilibrar la situación, y porqué no, utilizar también las mismas técnicas para obtener ventaja.