Hace unos días, en un partido de fútbol, sucedió una acción que produjo que uno de los jugadores no pudiese seguir y tuviese que abandonar el terreno de juego.
Esto es algo que suele pasar, y en muchas ocasiones, ya sea debido a una entrada fuera de lugar o dura o un acción/forcejeo, se produce una lesión grave en la que algunos jugadores se resienten y no pueden continuar.
Viendo esas acciones, se me viene a la cabeza pues, qué podemos hacer para aquellas acciones que no van malintencionadas, pero que aun así, vemos que suceden y lesionan a deportistas? Cómo podemos ayudar, asesorar y intentar prevenir y anticipar esas lesiones dese ese grupo de profesionales que trabajan con el cuerpo técnico y con los jugadores?
La idea es implementar un trabajo y formación con los deportistas para que ese tipo de acciones dejen de ocurrir tan a menudo y dar a los jugadores tengan más control y consciencia sobre las consecuencias de sus acciones, y no limitarse al mero hecho (pero siempre agradecido y respetuoso) de lamentar y apoyar al deportista lesionado.
Lesiones
Antes, creo necesario comentar qué entenderíamos o qué concepto y características deberían suceder para hablar de una lesión deportiva. Podríamos encontrar hasta tres situaciones para ello: la más aceptada a)situación de deporte; b)intervención sanitaria y finalmente pero no tan aceptada c)perdida de un proceso.
Es decir, una lesión deportiva debería darse en un entrenamiento o competición, por ejemplo. Debería intervenir un médico, fisioterapéuta, psicólogo, osteópata, etc y por último esta supondría una repercusión negativa o perdida de potencial y desarrollo deportivo para el deportista.
Ejemplo: Un jugador de baloncesto se lesiona en el entrenamiento por un fuerte golpe en la muñeca. Es atenido por el fisioterapeuta y posteriormente tiene visitas con el médico para calmar los dolores. En periodo de recuperación, realiza sesiones y trabajo con el psicólogo y el fisioterapeuta. Si aceptásemos la tercera condición, debería haberse producido también una perdida de trabajo y deterioro de su habilidad en el tiro y ha parado tanto su progresión como el avance que estaba realizando con un entrenamiento especifico y momento de la temporada determinado.
Sabiendo esto y visto lo sucedido en muchos partidos, creo que hay una necesidad de impartir una formación y que deportistas (futbolistas en este caso) conozcan y tengan más cuidado sobre la posible repercusión de sus acciones en cuanto a lesiones se refiere.
Intención y conocimiento
Podríamos decir que muchas acciones no son deliberadas ni van con maldad, mientras que podemos encontrar que otras acciones y actuaciones de jugadores si lo son. Podemos encontrar pues que según las características y circunstancias de la acción tanto aquellas acciones deliberadas y que van con maldad como aquellas que no había intención de infligir ni lesionar al rival acaban creando una lesión.
Dicho esto, creo que es importante distinguir entre a) intención de un jugador a la hora de realizar la acción (hacer daño) y b) conocimiento del jugador de las posibilidades y del alcance/potencial que tiene su conducta y acción en cuanto a repercusiones físicas se o interacción con otro jugador.
La intención sería el objetivo, la meta o el motivo por el que un deportista ejecuta o actúa de la manera que lo hace, en este caso, buscando lesionar al rival.
El conocimiento sería los recursos, herramientas y “habilidades” que posee el jugador sobre al situación y los agentes que intervienen (el y otros deportistas) de modo que tiene facilidades para conseguir su objetivo, es decir, convertir su intención en un hecho, es más, conoce del potencial de sus acciones y la posibles repercusiones.
De este modo, podríamos trabajar con estos dos conceptos y encontramos diferentes situaciones. Cuando existe conocimiento e intención y en las que no existe ni conocimiento ni intención són las más comunes. Que haya intención y no conocimiento no es muy común, y que no exista intención de lesión y si conocimiento, es el objetivo que queremos, como veremos ahora.
1-Intención “SI” , conocimiento “SI”
Es el claro ejemplo de la entrada hecha con maldad, ha hacer daño y la que más lesiones provoca. Es también aquella acción donde visualmente se ve más la agresividad, peligrosidad y se puede detectar cierto tipo de conducta violenta. Suele coincidir con una acción “fea” desde la observación y que a veces que el balón u objeto de juego no importa y el jugador interviene aun sin tener opciones de jugarlo, como hemos mencionado, su intención y objetivo principal no es jugar.
2-Intención “NO” , conocimiento “NO”
Es aquella acción y situación donde no encontramos ni observamos una agresividad, ni peligrosidad, ni conducta violenta voluntaria en principio. No suele destacar por una acción “fea” en si y suelen ser más difíciles de identificar. Sin embargo, las acciones y infracciones que se comenten pueden resultar muy peligrosas, aunque el jugador no lo sepa.
La forma de abordar y trabajar las dos posibilidades son bien distintas, como también el concepto a cambiar.
Mientras en la primera opción podríamos intervenir con el jugador sobre sus pensamientos y conductas, trabajando con emociones, expectativas o atribuciones (frustración) o desde una perspectiva más funcional (ACT) con el objetivo de modificar la intención.
En la segunda opción, creo que habría que abordar el tema por algo más básico, pero no menos importante, sería la formación y educación para modificar el conocimiento y la percepción de control que tienen.
De este modo, el objetivo y estado que queremos que los deportistas lleguen y tengan en cuenta a la hora de competir es aquel en que no tienen intención de dañar o lesionar al rival y son conscientes del alcance de sus acciones y tienen un mayor control sobre las repercusiones.
Formación
Ahora que conocemos algunas posibilidades en cuanto a la intención y conocimiento de los jugadores, hablemos de cómo podemos ayudar y qué podemos incorporar en su entrenamiento para poder solucionar esas situaciones de desconocimiento y enseñarles cómo pueden evitar o disminuir las lesiones en acciones de este tipo.
Trabajar aspectos como toma de consciencia (una percepción de los objetivos y del valor que puede tener esta conducta para ellos).
Formación y educación sobre partes del cuerpo, movimientos y acciones que tienen más posibilidades y son más vulnerables de dañar al deportista.
Gestionar y repartir las responsabilidades sobre las acciones de los deportistas. Empoderar a éstos y hacerles ver que ellos tienen mucho control y pueden decidir como actuar en situaciones de competición y ayudar a prevenir daños.
Situación: El jugador intenta pelear por el balón, pero le es difícil. No cree que lo consiga por lo que intentará realizar alguna infracción (sin que le vea el arbitro) para poder obtener una ventaja. El agarrón del brazo del rival, mientras el jugador se tira o cae suelo y cede todo el peso de su cuerpo sobre ese brazo, puede resultar en una lesión grave, como un dislocamiento o una fractura en alguna parte.
Corrección:
1-Al coger del brazo del rival y ver que va a caer, deja rápidamente de agarrarlo puesto que sabe que es acción puede suponer un riesgo de lesión.
2-El jugador es consciente de que debe cometer o ganar ventaja en la acción, sabe que un agarrón y forcejeo posterior puede acabar en lesión, así que decide, en vez de eso, agarrar de la camiseta (sin que le vea el árbitro), puesto que no pone en peligro al otro jugador, para obtener algo de ventaja.
El bienestar de los jugadores va más allá de la competición y resultado. Es algo que los jugadores deben tener muy en cuenta, deben actuar en consecuencia e intentar evitar (si así lo desean) posibles lesiones tanto de compañeros como de rivales. Todo por un mejor desarrollo del deporte y práctica de éste.
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